En varios países europeos es muy común encontrarse con ellos. Y alrededor del mundo se convierten en el centro de todas las miradas. No obstante, en países como España están prohibidos o se aplican leyes tan estrictas para poder abrir uno que es casi imposible conseguirlo. ¿De qué estoy hablando? De los puestos ambulantes de comida.
Mientras que en muchos países se han convertido en un modo de ganarse la vida dignamente e incluso de dar rienda suelta a la creatividad culinaria, en otros parece que se trata de una actividad delictiva el dedicarse a preparar alimentos en un puesto ambulante. ¿A qué se debe esta diferencia de criterios, solo a los controles sanitarios, o a que hay detrás intereses comerciales? A mí me parece más factible pensar en esto último como la razón por la que algunos países ponen tantas trabas a la puesta en marcha de negocios de comida sobre ruedas.
Ya lo se, seguro que muchos de vosotros habéis visto puestos de alimentos en ferias y mercadillos, y algunas veces hasta frente a estaciones de tren. Pero son la excepción, y si les preguntas a sus dueños seguro que todos coinciden en las muchas dificultades que les pusieron y los continuos controles a los que les someten de manera continua, muchas veces más a menudo que en los establecimientos abiertos en locales fijos.
Estoy convencido de que si las grandes marcas de comida rápida quisieran abrir establecimientos ambulantes, no tendrían tantos inconvenientes como los que tienen en algunos países.
Me encanta caminar por calles de ciudades importantes, como París, y poder ver que hay gente que empuja cada día sus carros llenos de comida o pone en marcha las cocinas para preparar sus platos cuando se los piden. En otros lugares se preparan docenas de comidas y se sirven a la hora en la que los trabajadores terminan su jornada o tienen su descanso para comer. Y se permite.
Me encantaría que en todo el mundo se permitiera que la gente que tiene tiempo para cocinar se pudiera ganar la vida con puestos ambulantes, aunque lógicamente sea necesario cumplir con unos determinados requisitos sanitarios. Pero seguro que muchos de estos puestos estarían mucho más limpios y en mejores condiciones que algunos restaurantes de renombre.
¿En tu país hay puestos callejeros de comida? ¿Piensas que debería haber o que no son una buena idea?
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